Una guía completa para iniciarse en el esquí acuático y lo que es imprescindible tener en cuenta al entrar en el agua
¿Has soñado alguna vez con caminar sobre el agua? Yo sí. Y puedo decir con rotundidad que el esquí acuático se le parece bastante, si acaso no es mejor.
Imagina poder deslizarte por el agua a 32 km (20 millas) por hora, con la sensación de estar volando. El esquí acuático es sin duda una experiencia única, y si estás interesado en saber lo que se necesita y sobre los tipos de esquíes acuáticos que necesitas para empezar, continúa leyendo.
En este artículo, sabrás todo lo que hay que saber sobre:
- La historia del esquí acuático
- Cómo funciona el esquí acuático
- La física del esquí acuático
- El esquí acuático y la fuerza que te impulsa
- Principios del esquí acuático: cómo empezar
- El equipo de esquí acuático adecuado
- Tipos de esquíes acuáticos
- Trucos y esquí de eslalon
- Salto de esquí, carreras y esquí de exhibición
La historia del esquí acuático
Si te interesa probar el esquí acuático, ¡enhorabuena! Lo harás en el centenario de este deporte. Sí, el esquí acuático es así de antiguo. ¿Te parece que llegas tarde? No eres el único 😋.
Aunque no hay registros oficiales que lo acrediten, es posible que el esquí acuático apareciera primero en Suecia antes que en cualquier otro lugar del mundo. En concreto, el término «Vatternskida«, que significa esquiar en una masa de agua, se remonta a 1921 según los diccionarios suecos.
Sin embargo, se reconoce que el esquí acuático fue iniciado por dos hermanos (apenas adolescentes en ese momento) en Minnesota en 1922.
A Ralph Samuelson, de 18 años, que vivía cerca del lago Pepin, en Lake City (Minnesota), se le ocurrió la loca idea de que, de la misma manera que se esquía en la nieve, también se podía esquiar en el agua. Así que, con la ayuda de su hermano Ben, trabajaron en la materialización de esta revolucionaria idea.
Así, en julio de 1922, Samuelson, por primera vez, se puso de pie sobre sus dos esquís y esquió en el agua siendo arrastrado por un bote que llevaba su hermano.
Por supuesto, en aquella época, su instrumental era bastante obsoleto y básico. Samuelson utilizaba varas de un barril y trozos de madera unidos por correas de cuero para formar sus esquís. Empleó la banda de una ventana como cuerda para esquiar.
Poco después de probar su equipo, desarrolló un método para hacerlo bien. Descubrió que si se inclinaba hacia atrás con las puntas de los esquís hacia arriba, podía deslizarse con éxito sobre el agua y sin perder el equilibrio.
Después de que su invento se diera a conocer, Samuelson fue reconocido como el padre del deporte acuático por la Asociación Americana de Esquí Acuático, que lo acreditó en 1966 como el primero del que se tiene constancia que intentó practicar este deporte. Nunca patentó su invento, así que en 1925, mientras Samuelson recorría la costa este de Estados Unidos exhibiendo su novedosa invención deportiva, Fred Waller desarrolló los primeros esquíes acuáticos para su venta y los patentó como tales, bautizándolos como Dolphin AquaSkees.
Gracias a la gran popularidad del esquí acuático, este deporte se implantó rápidamente en América del Norte y Europa durante los años 30.
El primer campeonato nacional de esquí acuático se celebró en 1939 en Jones Beach, en Long Island, NY.
Unas pocas décadas más tarde, en 1972, en los Juegos de Verano de Kiel (Alemania del Oeste), el esquí acuático se convirtió oficialmente en un deporte olímpico y, en la actualidad existen más de 650 clubes de esquí acuático y 11 millones de participantes activos sólo en Estados Unidos.
Es importante señalar que el desarrollo del esquí acuático y el de las embarcaciones motorizadas fueron paralelos, ya que uno complementaba al otro. Es decir, no se puede hacer esquí acuático detrás de una canoa, ¿verdad? Tiene que haber un bote a motor que vaya al menos a 25 kilómetros por hora para arrastrarte y que puedas deslizarte por el agua en lugar de hundirte.
Es por eso que, con el tiempo, los avances tecnológicos en las embarcaciones a motor no han hecho más que contribuir a la evolución del esquí acuático. Concretamente, cuanto más rápida es la embarcación, más rápido es el esquiador y más trucos nuevos se pueden realizar, así como la maniobrabilidad y el control que se puede tener en general.
Dicho todo lo anterior, ¿cómo funciona el esquí acuático?
¿Y por qué Samuelson descubrió que el apuntar las puntas de los esquís hacia arriba mejoraba la capacidad de esquiar?
Cómo funciona el esquí acuático
El esquí acuático como deporte es bastante sencillo.
Si quieres intentar practicar el esquí acuático, llevarás lo que parecen unos esquís de nieve en los pies y te arrastrarán con una lancha a motor por el agua. Por supuesto, cuanto más avanzado seas, más rápido podrás ir, y cuanto más rápida sea la lancha que te arrastra, más trucos podrás realizar y más control tendrás a nivel general.
Hoy en día, millones de personas en todo el mundo practican el esquí acuático de forma recreativa, y este deporte también crece entre los destinados a la competición. Sólo en Estados Unidos se celebran más de 900 campeonatos al año. Desde pequeños eventos para principiantes hasta competiciones de nivel mundial, donde cualquiera puede competir en eslalon, trucos y saltos.
Entonces, ¿cómo te mantienes sobre los esquíes acuáticos sin hundirte?
Y, ¿qué leyes de la física funcionan que te permiten realizar trucos y deslizarte sobre el agua perfectamente?
Y si eres novato total, no olvides consultar nuestra selección de las mejores tablas de paddle del año. Al fin y al cabo, por algún sitio hay que empezar, ¿no? Pues bien, el paddle boarding es una excelente introducción a todos los deportes acuáticos.
La física del esquí acuático
Estar interesado en el esquí acuático y querer iniciarse en él implican la comprensión real de los principios de la física que subyacen en este deporte. De hecho, hay varios factores que entran en juego cuando se practica el esquí acuático.
Las características básicas del agua es que, como fluido que es, cuando está en movimiento, se caracteriza por ser turbulenta y laminar. Cuando está en movimiento y es turbulenta – presenta una superficie rugosa e irregularidades en su flujo. Cuando es laminar – se muestra suave y tranquila.
Para los que quieran empollarse esto y profundizar, tengo una fórmula llamada número de Reynolds, que compara los dos tipos de agua:
Re = P (densidad) x L (longitud del obstáculo) x V (velocidad del flujo) / v (viscosidad o fricción interna)
Un número de Reynolds mayor indica un fluido más turbulento. Un número más bajo sugiere agua laminar, que es óptima para el esquí acuático, porque es más suave y mantiene un cierto flujo.
Si nos guiamos por las recomendaciones básicas, algo a lo que hay que prestar atención es que, antes de empezar, hay que mantener las puntas de los esquíes por fuera del agua.
Más concretamente, si levantas las puntas de los esquíes, tu postura ejercerá una presión que contrarrestará la fuerza de la embarcación cuando empiece a arrastrarte. Al hacerlo, creas una inclinación de los esquíes, que es la fuente principal de la elevación que te sacará del agua. Con la punta del esquí inclinada hacia arriba, el agua golpeará tu esquí al avanzar, creando un retroceso hacia abajo del esquí.
Esto creará una fuerza ascendente sobre ambos: el esquí y sobre ti. Mientras la fuerza del agua hacia arriba sea igual a la fuerza de gravedad hacia abajo, y en consecuencia, al peso del esquiador, te mantendrás a flote. La gravedad es una fuerza constante cuyo peso determina la carga del esquiador, de los esquís y del aire por encima del agua. El agua contrarresta el peso por encima de su superficie.
Si nos guiamos por otra ley, la Tercera Ley del Movimiento de Newton, comprobamos que para cada acción hay una reacción igual y opuesta. Por lo tanto, cuando el barco acelere, empezará a tirar de ti. Entonces, tú ejerces una atracción igual y opuesta contra el barco al inclinarte hacia atrás para contrarrestar su fuerza. Y como, obviamente, la fuerza de la embarcación es mucho mayor que la tuya, ésta te tirará hacia arriba y fuera del agua.
El esquí acuático y la fuerza que te impulsa
Además, en el ámbito físico, otro elemento importante es la velocidad de la embarcación que te arrastra.
Por ejemplo, si pesas unos 75 kilos (150 libras), la velocidad de la embarcación debe encontrarse entre 32 y 40 kilómetros (20 a 25 millas) por hora.
Sin embargo, si utilizas un único esquí, la velocidad tiene que aumentar, ya que hay menos superficie ejerciendo presión contra el agua.
Cuando una embarcación tira de ti en línea recta, las dos fuerzas principales que actúan sobre ti son la del cable de remolque, creada por el movimiento de avance de la embarcación, y la del agua sobre los esquíes. Si existe una tensión constante en el cable de remolque, viajarás a la misma velocidad que la embarcación.
Ahora bien, cuando te mueves en dirección perpendicular a la embarcación, entonces las olas creadas por la embarcación y su motor hacen surgir una fuerza centrípeta, que también interviene.
Consiste en una fuerza que surge cuando un cuerpo se mueve en una trayectoria circular alrededor de otro objeto, basándose en el hecho de que cierta fuerza tira del cuerpo hacia el objeto central.
El cable al que te aferras te mantendrá circulando en una trayectoria circular alrededor del barco. Entonces, cuando un objeto se mueve en una curva, se acelera. Por tanto, cuando empiezas a moverte en una curva en torno al barco, aceleras significativamente.
Ahora que ya te he aburrido con la física, vamos a entrar en los aspectos prácticos del esquí acuático, los fundamentos de este deporte y cómo empezar.
Principios del esquí acuático: cómo empezar
Aunque la mayor parte del rendimiento depende de tus habilidades en esquí acuático, la persona que va en la embarcación también tiene que saber lo que hace para que puedas deslizarte por el agua libremente.
Algo fundamental: tú y ellos debéis tener un método de comunicación establecido.
Veamos lo que hay que hacer en cada etapa del esquí acuático.
El Comienzo
Para empezar a practicar esquí acuático, debes estar sentado en el agua, con las rodillas flexionadas y el peso desplazado hacia la parte posterior de los esquíes. Asegúrate de que las puntas de los esquíes sobresalen del agua.
Asegúrate de mantener el equilibrio, ya que la fuerza de empuje y arrastre de la embarcación puede complicar un poco las cosas.
Cuando sientas que se acelera la velocidad de la embarcación y percibas un tirón más fuerte, es una señal de que puedes empezar a ponerte de pie. Pero ¿cómo te levantas sin perder el equilibrio?
- Mantén los brazos estirados como hasta entonces, endereza la espalda y empieza a estirar las piernas, pero dobla tus rodillas para un óptimo control y maniobrabilidad.
Eso sí, no puedes perfeccionar esta postura en el momento en que el barco acelera y tienes que ponerte de pie a la primera. Lo ideal es practicar en casa antes de salir al agua.
- Prueba a estirar los brazos y bajar el cuerpo como si estuvieras sentado en una silla, pero no te sientes. Mantén la espalda recta y una postura firme justo encima del asiento de la silla.
En todo momento, mientras te deslizas por el agua, debes mantener las rodillas dobladas. Esto te ayudará a mantener el equilibrio en los posibles saltos que surjan. Mientras esquías, asegúrate de que te sitúas detrás de la embarcación cuando ésta gira para mantenerte dentro de la estela de la embarcación, es decir: las olas creadas por la embarcación.
De no ser así, si estás fuera de la estela y sigues al lado del barco, cuando éste empiece a girar, te vas a llevar un latigazo muy rápido. Por supuesto, a medida que progresas, hay todo tipo de trucos y saltos que puedes realizar fuera de la estela, pero mejor deja eso para cuando hayas acumulado suficiente experiencia.
Cuando sientas que quieres parar, baja el cuerpo lentamente hasta sentarte sobre los esquís y suelta la cuerda. Cuando te sientes y el barco ya no esté cerca de ti, te deslizarás durante un rato más y luego podrás amerizar suavemente.
Eso sí, no esquíes dentro de los muelles. Lo más seguro es terminar lejos de cualquier objeto con el que puedas chocar.
El equipo de esquí acuático
Ahora, antes de entrar en el tipo de equipamiento, hablemos de por qué es importante un equipamiento sólido y de los peligros potenciales de la práctica de un esquí acuático imprudente.
Concretamente, como esquiador, puedes alcanzar hasta 80 kilómetros (50 millas) por hora, y a esa velocidad, si algo sale mal y pierdes el equilibrio y das una voltereta, puedes acabar con gravísimas consecuencias.
Entre los esquiadores acuáticos, las lesiones en las rodillas y la cara son las más frecuentes, aunque los brazos y toda la parte superior del cuerpo tampoco se libran.
No pretendo asustarte con esto, pero debes estar informado para que sepas qué es lo que más debes procurar tener en cuenta.
Los saltos, giros y otras maniobras suponen un gran desgaste para las rodillas, por lo que es obligatorio mantenerlas ligeramente flexionadas en todo momento. Además, la recomendación de los profesionales es realizar ejercicios y fortalecer las piernas y los brazos mucho antes de practicar el esquí acuático para que el cuerpo sea más resistente.
Entonces, ¿qué tipo de material debes comprar para disfrutar al máximo de la experiencia del esquí acuático?
Antes de empezar a hablar de los tipos de esquíes acuáticos, las dos primeras cosas que se me ocurren son:
- Un chaleco salvavidas – la seguridad es lo primero
- Una embarcación que pueda alcanzar una velocidad de al menos 32 a 40 km (20 a 25 millas) por hora.
Tipos de esquíes acuáticos
Los esquíes de fibra de vidrio son los mejores en términos de durabilidad y calidad a largo plazo.
En cuanto a la longitud, la extensión del esquí que compres dependerá del tipo de esquí acuático que vayas a practicar así como del nivel de experiencia que tengas.
- Los principiantes deben utilizar esquíes más alargados, que tengan una mayor superficie en el agua para aumentar la estabilidad. Además, sus suelas planas te ayudarán a girar más fácilmente.
- Los esquíes con bordes pronunciados permiten moverse con mayor rapidez.
- Y, los esquíes con puntas grandes permiten elevarse más rápidamente.
- Existen esquíes con aletas incorporadas en la parte inferior, lo que aumenta la maniobrabilidad, mientras que el tamaño de las rockers, la curva en la parte inferior del esquí, permite diversos grados de aceleración.
Una vez repasados los tipos de esquíes en general, vamos a hablar de los diferentes tipos de esquíes en detalle.
Parejas combinadas
Son los más comunes y con los que es más fácil dominar el esquí acuático. Sus puntas de mayor anchura permiten un mayor control.
Esquíes de eslalon
Estos esquíes acuáticos se utilizan para esquiar con un único esquí. Gracias a ellos, se pueden realizar giros más cerrados e ir más rápido. Los esquíes de eslalon para principiantes tendrán extremos más anchos y suelas planas para que sea más fácil levantarse y mantenerse erguido.
Los esquíes de eslalon de nivel intermedio serán un poco más difíciles de usar o de acostumbrarse a ellos, pero una vez que lo hagas, podrás hacer giros más cerrados.
Los esquíes de eslalon avanzados son los más difíciles de usar para los principiantes, porque se trata de los más afilados y estrechos, pero que permiten una mejor maniobrabilidad y giro una vez que se le coge el truco al esquí acuático.
Los esquíes para trucos están diseñados específicamente para facilitar los saltos, giros y la realización de diferentes trucos. Su diseño es corto y ancho, sin aletas, lo que los hace más difíciles de dominar, pero más fáciles a la hora de girar y deslizarse.
Los esquíes de salto, como su nombre indica, están diseñados para saltar desde las rampas. Son largos pero ligeros, lo que resulta esencial para saltar grandes distancias.
Sin importar qué tipo de esquíes elijas, debes prestar atención a las sujeciones. Deben ser de caucho recubierto de goma o de neopreno, con correas de sujeción ajustables y piezas de refuerzo en el talón.
Elegir la correa
Otra parte del equipamiento de esquí acuático es la correa. A la hora de comprarla, ha de reunir las siguientes características:
- Ligeramente elástica para proporcionar algo de espacio al cambiar de velocidad.
- Su longitud debe oscilar entre los 21 y 23 metros (70 a 75 pies).
- Fabricada en polipropileno, que es un material que puede estirarse entre un 2 y un 3 % sometiéndose a una carga media de esquí. También es muy bueno, ya que puede absorber el impacto de la estela.
- Polietileno o polipropileno trenzado con forma de diamante de un 1/4 de pulgada con una resistencia a rotura de más de 362 kilogramos (800 libras).
Elegir el mango
La elección del mango adecuado también es importante, para ello debes buscar las siguientes características:
- Empuñadura de goma o en plástico moldeado por inyección
- Moldeado para que flote
- Un diámetro de 2,54 a 3,17 centímetros (1 a 1,25 pulgadas), según el tamaño de tu mano
- Longitud de 11 a 18 pulgadas (28 a 45,7 centímetros), dependiendo de tu tamaño
Las modalidades del esquí acuático
Como principiante, empiezas con el esquí acuático recreativo, pero ¿qué otros tipos de esquí acuático de competición existen? No te pierdas las diferentes modalidades de esquí acuático más populares.
Esquí con trucos
Como su nombre indica, cuando se practican trucos de esquí, se realizan trucos en el agua.
Llevarás unos esquís cortos y sin aletas en lugar de los habituales, para no tener nada que te impida hacer todo tipo de trucos parecidos a los de gimnasia. Con el esquí de truco, puedes esquiar con uno o dos esquís, lo cual determinará el estilo de tu esquí acuático.
De esta forma, cuando se utiliza un solo esquí, se pueden hacer trucos sobre la superficie y siguiendo la estela sujetando la cuerda con una o dos manos. La mayor parte de los esquiadores utilizan las dos manos, mientras que los más experimentados pueden incluso colocar el pie trasero en el mango.
Durante una competición de trucos de esquí, los esquiadores tienen dos pases de 20 segundos para intentar realizar todos los trucos que puedan. Los trucos que más puntos dan son las volteretas en la estela y los giros múltiples con el mango enganchado al pie.
Esquí de eslalon
Al esquiar en estilo eslalon, el esquiador utilizará un esquí con sujeciones en los dos pies para superar un recorrido de seis boyas en zigzag.
La embarcación que remolca al esquiador irá aumentando su velocidad en 3,2 kilómetros por hora (2 millas por hora) hasta alcanzar una velocidad máxima (el reglamento de la competición la determinará). Una vez alcanzada la velocidad máxima, la cuerda se acorta en tramos determinados.
El ganador de la carrera es el esquiador que rodea el mayor número de boyas sin caerse o saltárselas.
Esquí de salto
La modalidad de salto de esquí consiste en la optimización de la distancia. Este tipo de esquí acuático se realiza con dos esquís largos con aletas de cola cortas y anchas, diseñadas para soportar el peso mientras se está en la rampa.
Aquí todo se dirige al salto, por lo que depende del esquiador la forma en que realice el salto y cómo aumente la velocidad.
Por ejemplo, pueden hacer un corte simple, de tres cuartos o doble para aumentar la velocidad y conseguir un salto de longitud.
Los registros de estos saltos indican que los saltadores (en la categoría masculina) se han acercado a velocidades de más de 96 kilómetros por hora (60 millas por hora) en la base de la rampa, por lo que son capaces de saltar más de 73 metros (240 pies) desde una rampa de 1,8 metros (6 pies).
Las esquiadoras, por su parte, han establecido el récord de salto de más de 51,8 metros (170 pies) desde una rampa de 1,5 metros (5 pies).
Esquí de carreras
El esquí de carreras o de competición es la modalidad más rápida de esquí acuático que se lleva a cabo cuando varios esquiadores acuáticos corren en torno a un recorrido determinado.
El equipo de carreras de esquí lo componen un conductor de barco, un observador y uno o dos esquiadores. El conductor de la embarcación se encarga de arrastrar a los esquiadores, mientras que el observador está pendiente de las señales de los esquiadores y las transmite al conductor.
Esquí de exhibición
El esquí de exhibición es una actuación en la que varias embarcaciones y esquiadores ofrecen un espectáculo al público.
Los esquiadores eligen un tema, música, varias embarcaciones u otros elementos de entretenimiento, y adoptan poses, así como trucos de diversas clases. El equipo que gana es el que obtiene más puntos en función de la dificultad de la actuación y del espectáculo.
Sea cual sea el tipo de esquí acuático, se trata de un deporte estimulante que requiere mucha práctica para llegar a dominarlo. Si tienes alguna otra pregunta sobre los esquíes acuáticos disponibles o el tipo de esquí acuático para un determinado estilo, o sobre el esquí acuático en general, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
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